martes, 9 de noviembre de 2010

Vinos de California.


No sólo hay sol y playa en California.


El buen clima propicia el correcto desarrollo de las uvas y los viñedos y por esta razón se elaboran estos cotizados caldos. California está situada en una zona privilegiada para el cultivo de la vid; clima templado con días soleados y noches frescas. Sus dominios se extienden a lo largo de casi 2000 kilómetros de las costas del Océano Pacífico, con más de 200.000 hectáreas de viñedos cultivadas y ofrece una gran variedad de suelos; incluso en un mismo viñedo se pueden encontrar tres o cuatro tipos de suelo diferentes.


Algo, que permite sembrar diversas variedades de uva en un mismo viñedo y obtener así grandes rendimientos. No es de extrañar que este estado se haya convertido en muy poco tiempo, en el cuarto productor mundial de vinos tras Italia, Francia y España, exportando vinos californianos a 165 países en todo el mundo.


Actualmente los vinos californianos que se elaboran proceden de tres tipos de cepas: las clásicas europeas, las nativas de Norteamérica como la Concord (tinta), Catawa, Delaware y Niagara (blancas) y por último, los llamados híbridos, una mezcla de las variedades europeas y americanas desarrolladas en laboratorio. Entre estas últimas, se encuentran la Baco Noir, Cayuga, Vidal, Seyval Blanc y Vignoles.


No obstante, las principales variedades cultivadas son las de origen europeo. Cabernet Sauvignon, Zinfandel, Merlot y Pinot Noir son las principales variedades tintas y Chardonnay y Sauvignon Blanc las principales blancas. Nueva York, Washington, Oregón y California son los estados americanos que mejor y mayor reputación tienen en la industria vinícola. De todos ellos, California es el mejor considerado, de hecho, el 90% del vino de E.E.U.U. proviene de este estado, alcanzando la cifra de más de 16 millones de hectolitros de producción al año.


Varias zonas vinícolas.


El estado californiano se divide en varias zonas vinícolas; North Coast, donde se encuentran las regiones de Napa, Sonoma y Mendocino; Central North Coast, constituido por las regiones de Monterrey, Alameda, San Benito, Santa Cruz y Santa Clara; South Central Coast (Santa Bárbara y San Luis Obispo); Central Valley (San Joaquín, Madera, Fresno, Kern, Merced, Sacramento y Stanislaus) y por último los términos del Sur de California (Southern California) es decir, Foothills, Amador, El Dorado y Calaveras.


De este gran número de regiones productoras de vinos, destacan sobre las demás de un modo especial, el valle de Napa y la región de Sonoma.


La primera de ellas, está situada en el norte de San Francisco y dedica a la vid más de 14.000 hectáreas. Aunque la superficie total plantada solo represente una décima parte del total de California, cuenta con más de 250 fincas vitícolas, que corresponden a un tercio del total de las explotaciones que tiene el estado. Se cultiva en su territorio las variedades Cabernet Sauvignon para los tintos y la Chardonnay para los blancos, aunque también existe un alto porcentaje de Pinot Noir, Merlot, Zinfandel, Sauvignon Blanc y Chenin Blanc. Algunas de las bodegas más prestigiosas de esta región son Opus One, Chateau Montelena, Stonegate y la famosa Robert Mondavi. Por su parte, Sonoma situada también en San Francisco también ofrece vinos de gran calidad. Cuenta con más de 130 terrenos dedicados a los viñedos repartidas en más de 14.000 hectáreas de viñas. Produce caldos muy diversos de las variedades Chardonnay, Cabernet Sauvignon, Zinfandel, Pinot Noir, Merlot, Sauvignon Blanc, Chenin Blanc, Colombard y Gewürztraimer. Entre sus bodegas se encuentran Chalk Hill, Geyser Peack, MacRostie o Matanzas Creek.


Historia de los vinos de California.


La historia de los vinos de California es muy reciente; aunque se inicia hace más de dos siglos, ha sido en los últimos 30 años cuando han alcanzado fama mundial. El comienzo de la producción tuvo lugar con la introducción de las primeras cepas clásicas europeas. El Padre Junípero Serra llegó de México, con la uva Vitis Vinífera para plantarla en las misiones. Más tarde, Jean Louis Vignes continuaría introduciendo cepas clásicas europeas. Ya en 1899, los vinos californianos comenzaron a ganar medallas y galardones en concursos internacionales. Sin embargo, la famosa Ley Seca que vivió Estados Unidos en 1933, hizo que se sufriera una gran crisis en el sector que a pesar de todo se ha superado. En muy poco tiempo se ha llegado muy lejos. Los hábitos de consumo norteamericanos nunca han situado al vino como la bebida favorita y el porcentaje de las personas consideradas "bebedoras de vino" es muy pequeño, alrededor de un 30%.
Las preferencias de los bebedores habituales se centran en los caldos producidos en California, con un 80%, seguido de Nueva York, Washington y Oregón. El verdadero interés por la industria vinícola comenzó a partir de los años 70, cuando los productores se impusieron la misión de crear un buen producto que fuera posible exportarlo a otros países.


En muy poco tiempo, se han establecido más de 900 viñas y un total de 700 bodegas, ofreciendo al consumidor una amplia gama de calidades y de precios de todo tipo de caldos: tintos, blancos, rosados, espumosos y generosos.


Los vinos californianos compiten hoy con los mejores del mundo; las tierras se han adaptado a la perfección al de la vid; las bodegas se han modernizado tecnológicamente y en los últimos años han ganado un gran prestigio internacional.Se elaboran ahora vinos más finos que en los años 80 y 90; los blancos armonizan de modo especial con todo tipo de comidas pues sus niveles de acidez y de alcohol han disminuido. Los tintos se producen con una gran estructura, elegancia y finura, algo con lo que no contaban los primeros ejemplares producidos.


NOTICIA RECOGIDA DE http://www.terra.es/

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