Vinísimo

¿Qué nos lleva al vino? Imagino que cada uno de ustedes tendría una respuesta muy distinta en función de su experiencia y su trayectoria. Habría a quienes el vino les recuerde a su infancia y la sensación de los racimos fríos bajo sus pies desnudos en el lagar. También a los que el vino les lleve a la adolescencia y a esos primeros flirteos queriendo aparentar madurez al beber en copa. Para los más hedonistas, el vino simplemente les evocará placer, una explosión de colores, aromas y sabores que nos reubican y nos unen a la tierra si lo bebemos con conciencia. Habrá muchos que incluso tengan malas experiencias, pero como dice un proverbio ruso: "el vino es inocente, sólo el borracho es culpable". Habrá quien se obsesione por la constante en descubrir nuevas referencias, registros novedosos en cuanto a variedades de uva, estilos de vinificación, regiones, tipos de suelo, climas? También por supuesto, quienes se hayan fidelizado a una bodega como si de un matrimonio se tratase, también se les aprecia. Cómo no, aquellos que simplemente sacien su sed sin más miramientos ni estudios. Seguro que lo tendrían complicado para coincidir con aquellos que llevan su cuaderno de bitácora de catas en el bolsillo. Los habrá enamorados de las burbujas y quienes adoren los taninos, los que disfruten con el frescor de los blancos o la delicadeza del rosado. Quienes adoren los rancios y los que prefieran los dulces? Evidentemente que tiene que haber de todo, hasta quienes ni lo prueben? Lástima por ellos. Para muchos el vino es su día a día, su forma de vida, entiéndase desde el viñedo, la bodega, el comercio, la logística, el diseño, la degustación y hasta la facetas de comunicación. El vino va muchísimo más allá de la catalogación de bebida. Proporciona paisaje y hace que los terrenos se mantengan cultivados con esfuerzo y trabajo. El vino es tradición y forma parte de la cultura de los pueblos. Crea amigos y adorna como nada los encuentros. Dijo Louis Pasteur (1822 - 1895): "Hay más filosofía y sabiduría en una botella de vino que en todos los libros" Hoy brindaremos simplemente, por aquellos que con su faceta diaria logran que el vino perdure. Hasta la próxima semana, ¡salud! Agustín G. Farráis Enólogo de Bodegas Torres en Canarias.

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